Desde muy pequeña siempre me ha causado
preocupación el agradar a los demás e intentar conceder los deseos de las
personas que me rodean, en ocasiones he llegado a pensar que es parte de la
naturaleza humana, sentir que somos parte de algo, que somos aceptamos por un
grupo de personas, o que simplemente cumplimos con algunos de los estándares
que ya se encuentran marcados desde mucho antes de que nosotros naciéramos. Y todo este tema se encuentra en una línea muy delgada en la que te puede convertir tanto en
buena persona como en un esclavo de los demás.
Pero justo hace algunos meses comencé
a reflexionar acerca de este interesante tema, y he concluido que al final de
todo a los humanos jamás nos van a tener contentos, que siempre tenemos
nuevas demandas, nuevos deseos, nuevas modas, nuevas expectativas. Y que si
nosotros habitamos en este mundo es principalmente porque tenemos una misión
que cumplir en el y que debemos de enfocarnos a realizar acciones y actividades
que nos hagan realmente feliz, liberar nuestra alma y disfrutar cada día como
si fuera el ultimo.
Nadie tiene el derecho de obligarte a realizar acciones de las cuales no estemos seguros, a cambiar nuestra forma de pensar, de vestir, de sentir, de expresarte etc. Porque todo esto nos engloba en un ser humano único e irrepetible, lo cual es un regalo hermoso que habita en cada una de nuestro ser.
Nadie tiene el derecho de obligarte a realizar acciones de las cuales no estemos seguros, a cambiar nuestra forma de pensar, de vestir, de sentir, de expresarte etc. Porque todo esto nos engloba en un ser humano único e irrepetible, lo cual es un regalo hermoso que habita en cada una de nuestro ser.
PD: Hoy solo quiero decirte que en esta
vida las personas te van a romper el corazón centenares de veces, pero te
propongo dejar de llevar la cuenta y enfocarte a ser una persona plena y feliz.
La chica del pinta
labios rosa
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